viernes, 22 de junio de 2012

Arrestan a dos delincuentes por raptar y sodomizar a un supuesto 'chivato'

Las traiciones se pagan caras en el mundo de la delincuencia, donde la más mínima sospecha puede costar la vida. Así ocurrió hace unas semanas en Granja de Rocamora (Vega Baja), cuando una presunta banda de delincuentes de origen magrebí raptó a un ciudadano marroquí y lo metió en el maletero de un vehículo. Al parecer, los secuestradores pensaban que la víctima era un confidente policial.
Según desvelaron fuentes próximas al caso, los delincuentes lo trasladaron a una vivienda aislada y allí lo sometieron a todo tipo de amenazas y vejaciones. En el rapto participaron entre cuatro y cinco personas, pero de momento solo han sido capturados dos de los sospechosos, dos varones de nacionalidad marroquí con antecedentes policiales por tráfico de drogas. La Guardia Civil de Almoradí los detuvo hace dos semanas, y el juzgado de instrucción número 1 de Orihuela decretó su ingreso en prisión provisional sin fianza. Según detallaron fuentes judiciales, están imputados en la causa abierta por detención ilegal y un delito contra la libertad sexual.
Y es que la víctima sufrió un verdadero calvario durante su cautiverio. Según fuentes próximas al caso, los presuntos miembros de la banda llegaron a introducirle por el ano una botella de cerveza de un litro.
Pero la cosa no quedó ahí, puesto que, en un momento dado, todos los sospechosos se bajaron los pantalones y obligaron al secuestrado a hacerles una felación, según refleja el auto que decreta el ingreso en prisión preventiva de los dos únicos arrestados.
Además, sus captores llegaron a encañonar a su víctima, poniéndole una pistola en la sien y disparando a pocos centímetros. También efectuaron un segundo disparo junto al pie del secuestrado. Los investigadores pudieron recuperar uno de los casquillos, según precisaron fuentes próximas al caso.
Finalmente, tras esta brutal advertencia, la banda dejó en libertad al secuestrado. Tardó 20 días en denunciar, al parecer por el pánico de que fueran de nuevo a por él. Por este motivo, el juzgado no cuenta con ningún parte médico que acredite las lesiones provocadas por la supuesta agresión sexual, según ha podido saber este diario. Sin embargo, en su denuncia este ciudadano marroquí relató con todo detalle las presuntas torturas a las que le sometieron sus secuestradores. Aunque los dos arrestados por estos hechos pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 1 de Orihuela, que es el que estaba de guardia, la causa está en manos de instrucción 2, tal como destacaron fuentes judiciales.
La Guardia Civil mantiene abiertas las pesquisas para tratar de identificar y detener a todos los autores de este brutal 'castigo', aunque de momento no está claro, a tenor del testimonio de la víctima, si participaron cuatro o cinco personas.

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