Las traiciones se pagan caras en el mundo de la
delincuencia, donde la más mínima sospecha puede costar la vida. Así
ocurrió hace unas semanas en Granja de Rocamora (Vega Baja), cuando una
presunta banda de delincuentes de origen magrebí raptó a un ciudadano
marroquí y lo metió en el maletero de un vehículo. Al parecer, los
secuestradores pensaban que la víctima era un confidente policial.
Según desvelaron fuentes próximas al caso, los
delincuentes lo trasladaron a una vivienda aislada y allí lo sometieron a
todo tipo de amenazas y vejaciones. En el rapto participaron entre
cuatro y cinco personas, pero de momento solo han sido capturados dos de
los sospechosos, dos varones de nacionalidad marroquí con antecedentes
policiales por tráfico de drogas. La Guardia Civil de Almoradí los
detuvo hace dos semanas, y el juzgado de instrucción número 1 de
Orihuela decretó su ingreso en prisión provisional sin fianza. Según
detallaron fuentes judiciales, están imputados en la causa abierta por
detención ilegal y un delito contra la libertad sexual.
Y es que la víctima sufrió un verdadero calvario durante
su cautiverio. Según fuentes próximas al caso, los presuntos miembros de
la banda llegaron a introducirle por el ano una botella de cerveza de
un litro.
Pero la cosa no quedó ahí, puesto que, en un momento
dado, todos los sospechosos se bajaron los pantalones y obligaron al
secuestrado a hacerles una felación, según refleja el auto que decreta
el ingreso en prisión preventiva de los dos únicos arrestados.
Además, sus captores llegaron a encañonar a su víctima,
poniéndole una pistola en la sien y disparando a pocos centímetros.
También efectuaron un segundo disparo junto al pie del secuestrado. Los
investigadores pudieron recuperar uno de los casquillos, según
precisaron fuentes próximas al caso.
Finalmente, tras esta brutal advertencia, la banda dejó
en libertad al secuestrado. Tardó 20 días en denunciar, al parecer por
el pánico de que fueran de nuevo a por él. Por este motivo, el juzgado
no cuenta con ningún parte médico que acredite las lesiones provocadas
por la supuesta agresión sexual, según ha podido saber este diario. Sin
embargo, en su denuncia este ciudadano marroquí relató con todo detalle
las presuntas torturas a las que le sometieron sus secuestradores.
Aunque los dos arrestados por estos hechos pasaron a disposición del
juzgado de instrucción número 1 de Orihuela, que es el que estaba de
guardia, la causa está en manos de instrucción 2, tal como destacaron
fuentes judiciales.
La Guardia Civil mantiene abiertas las
pesquisas para tratar de identificar y detener a todos los autores de
este brutal 'castigo', aunque de momento no está claro, a tenor del
testimonio de la víctima, si participaron cuatro o cinco personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario