lunes, 16 de abril de 2012

Un tecnoconsultor resolvió el asesinato de dos periodistas


Un consultor que utilizó un sistema de triangulación geográfica de desplazamiento físico de personas, basado en sus comunicaciones por celular, condujo a la detención de otros cinco sospechosos del asesinato de los hermanos Verónica y Víctor Hugo Peñasco, con lo que para el Gobierno, el caso está casi resuelto.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, presentó ayer en una conferencia de prensa a Juan Monroy Dueñas, Centurión Claudio Merma Condori, Manuel Callizaya Mamani y Noemí y Amalia Nina Pati, como cómplices de los principales acusados, Félix Yupanqui, alias El Matón Quitacalzón y Adalid Mamani, alias Botija, detenidos hace algunas semanas y remitidos al penal de Chonchocoro.
Pero no lo hizo acompañado por jefes policiales, como ocurrió en otras oportunidades. Habló él y luego le dio la palabra a una persona a la que presentó como un ingeniero de sistemas.
La autoridad no dio a conocer el nombre del experto y éste, consultado después por Página Siete, tampoco quiso darlo.
Este medio consultó a fuentes policiales y nadie lo conoce. Dijeron que no pertenece a la institución y que sería “un consultor externo” contratado.
“Se ha avanzado significativamente... Quiero felicitar el trabajo de la Policía, sobre todo, pero los operativos posteriores nos muestran con absoluta rigurosidad científica que se estableció la conexión con los primeros dos detenidos y la coordinación con los otros cinco”, dijo Romero.
La autoridad acotó que se investigaron más de 300 llamadas telefónicas que fueron registradas y analizadas, “y que muestran las conexiones que hablan de una asociación criminal con lazos delincuenciales”. La autoridad señaló que los indicios confirman que los dos periodistas fueron estrangulados y no asesinados por otros motivos.
El trabajo, explicó el experto, se basó en conformar una triangulación geográfica de llamadas registradas en las radiobases de las zonas en las que estuvieron los sospechosos . Tras el asesinato, se realizaron llamadas y transferencias de crédito a varios celulares desde los teléfonos de las víctimas. Una vez ubicados esos números, se los siguió y se verificó que los implicados se comunicaron entre sí.
El ministro destacó que “las horas de esas llamadas oscilaban entre las doce de la noche y las ocho de la mañana y luego no se registran llamadas de estos celulares entre las 8:00 y las 14:00. Se incrementaban en horarios de la noche y particularmente la mayor frecuencia de llamadas telefónicas se produce entre las cuatro y cinco de la mañana, lo que se relaciona directamente con el procedimiento que tienen los cogoteros”.
“Este trabajo técnico-científico nos está permitiendo prácticamente cerrar la investigación”. Romero dijo que ahora un juez tiene la última palabra y que habría un prófugo más.
Fuente: paginasiete

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